29 octubre 2015

Lo poco que he leído de Murakami me agradó pero nunca me dejó con ganas de leer más, hace poco una amiga me prestó Tokyo Blues y me fascino porque describía lo que sucedía en mi vida en ese momento. Leer sobre situaciones que me estaban sucediendo, frases que me dijeron en esos días,
El sentir esto me hizo revalorar la lectura no solo como una distracción sino como un reflejo de muchas cosas que vivimos a diario.
Cito pues un fragmento del libro para terminar este pensamiento aleatorio


Si hay algo de mí que no te guste, dímelo con franqueza. Y si puedo corregirlo, lo haré.
—No hay nada que no me guste. —Negué con la cabeza tras reflexionar unos instantes—. Nada.
—¿De verdad?
—Me gusta la ropa que llevas, me gusta lo que haces, lo que dices, cómo andas, cómo te emborrachas. Todo.
—¿Te gusta como soy?
—No sé cómo cambiarías, así que ya me va bien como eres.
—¿Cuánto te gusto?
—Como para convertir en mantequilla todos los tigres de las junglas del mundo entero.
—¡Ah! —Midori parecía satisfecha—. ¿Me abrazas otra vez?

No hay comentarios.: